Estas peticiones, basadas en seis puntos son las siguientes:
- Que traten en las mismas condiciones a las familias de los centros públicos y concertados, puesto que la crisis es igual para todos, para que las cargas y sacrificios sean repartidos equitativamente, estableciendo ayudas económicas a las más necesitadas.
- La necesidad de seguir manteniendo servicios educativos dignos, aunque sea ajustados a las necesidades coyunturales del momento, tanto en transporte escolar, como en becas, comedor, etc.
- La dotación de profesorado suficiente en los centros educativos.
- Es preciso que los centros rindan cuentas a las familias de su gestión económica y pedagógica, permitiendo la implicación real de los padres en los consejos escolares. Por ello pedimos un mínimo de dos reuniones por curso del consejo escolar de centro (una al inicio y otra al final).
- Solicitamos también que se busquen fórmulas alternativas de ayuda como la gestión de préstamo de libros de texto a través de las Apas, la reutilización de los libros de texto, no cobrar el uso del comedor cuando el alumno lleva su propia fiambrera, plantear el uso de abonos escolares para que los alumnos puedan utilizar el transporte público en ciudad, etc.
- La asignación de partidas presupuestarias equilibradas, enmarcadas en el contexto económico y social actual, a las organizaciones de padres, pues sin estas partidas la representación de los padres y su asistencia a las reuniones convocadas por los órganos de consulta de la administración educativa, será prácticamente imposible, por falta de disponibilidad de tiempo y de infraestructura. Los padres forman parte de la comunidad educativa, además de ejercer su labor profesional y su tarea familiar, y no existen liberados como sucede con los sindicatos u otras entidades.
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