Según este artículo distintos estudios realizados por universidades estadounidenses muestran los beneficios de la lectura en los más pequeños.
Richard Allingont, de la Universidad de Tenesse, afirma que la lectura durante el verano es necesaria para no perder las habilidades adquiridas durante el curso. Como pueden ser el manejo del lenguaje y la capacidad lectora. Según estas afirmaciones, los niños que no leen durante las vacaciones pueden presentar un retroceso de dos o tres meses. Sin embargo, los niños que leen tendrán un avance de un mes de aprendizaje en cuanto a este tema.
Según otro estudio realizado por especialistas en la Universidad Johns Hopkins, las lecturas veraniegas influirían incluso en los estudios secundarios o en la preparación para acceder a puestos de trabajo.
Con todas las reservas que este tipo de estudios puedan ofrecernos no parece una mala idea que intentemos fomentar el hábito de lectura en nuestros hijos en estas fechas en las que disponen de algo más de tiempo libre.
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